A río revuelto... así salgáis escaldados

Estuve ayer en Sol. Y hoy estoy cabreado. El PSOE llamando al voto útil, como si no estuviese pasando nada en España. Los de PP y afines diciendo que está orquestado por los socialistas y los comunistas, Intereconomía haciendo montajes falsos para desacreditar el movimiento y las protestas de la gente, y la Junta Electoral declarando ilegal la concentración de hoy y de mañana. "la petición del voto responsable puede afectar a la campaña electoral y a la libertad del derecho de los ciudadanos al ejercicio del voto" que dicen. ¿En serio? ¿No jodas? Igual hasta evitamos a los mangantes de siempre. Claro que son los que están formando también la Junta Electoral, claro.


Lo que vi ayer en Sol fue una multitud de gente. Y el significado de gente es: jóvenes, viejos y entrambos; trabajadores, parados, estudiantes; y de ideologías, pues qué voy a decir. Eso no es como el color del pelo, que se aprecia a simple vista, pero desde luego ni eran todos comunistas (yo no lo soy) ni socialistas. Era una PLURALIDAD y muy bien harían los ciudadanos de derechas que temen un complot izquierdoso, en acercarse a ver lo que está pasando. Descubrirán que allí sólo hay ciudadanos con los mismos problemas que ellos, descubrirán que sus políticos mienten (como todos, vaya) y descubrirán que, si fuese una maniobra del PSOE como he leído en algún sitio, mala jugada. Porque no creo que el PSOE salga mejor parado que el PP después de esto.


Lo que veo ahora es que, en este país, tenemos 3 grandes facciones, bandos o partes. La de los políticos, tertulianos, periodistas afines y gente de mal vivir (relacionados con la política y con los estamentos políticos) que intentan maniobrar para obtener beneficio, sin llegar a entender bien qué está pasando ni porqué ocurre todo esto. Demasiado tiempo en las poltronas, me temo. Están los acampados, los que apoyamos a los acampados, los que van a las asambleas y todos aquellos que saben de qué va la vaina, que se han acercado a las protestas y que también están hartos de lo mal que van las cosas. Por último, están aquellos ciudadanos de inquebrantable fe en su partido político, sea del color que sea, aunque hablamos básicamente de PP y PSOE. Ciudadanos que votarán sin pensar o analizar lo que está pasando, que votarán a corruptos y que siguen en esta vida pensando que la política es un partido de fútbol. Uno va con un equipo, sea bueno o malo, es cuestión de corazón.


A los primeros, les deseo una gran caída, con un sonoro estrépito. A los segundos, suerte y que no decaiga. A los terceros... les deseo una revelación: que descubran que la política no debería ser un acto de fe. Que se pueden hacer las cosas bien, independientemente de la ideología, y se pueden hacer las cosas mal, independientemente de la ideología. Y que eso es de lo que va todo el asunto. De pararse a pensar qué queremos, qué quiere cada uno. Si luego votan a los mismos de siempre, tras meditarlo, estará bien. Pero hay que meditarlo.