martes, 15 de diciembre de 2009

"¡Re-estructuremos la contaminación!" (I)

Hoy sale en el periódico ADN una noticia que puede servir para intuir porqué es tan difícil confirmar el calentamiento global, y porqué sigue habiendo ciertas "discrepancias" dentro del mundo científico en este tema. La cuestión es que el Ayuntamiento de Madrid va a eliminar 9 estaciones atmosféricas de calidad del aire del centro de la ciudad, para sustituirlas por otras en los nuevos barrios de la capital, tal y como requiere la normativa europea.

Pero la trampa está en que la normativa no pide ni obliga a eliminar las viejas. Sólo habla de incluir mediciones en los nuevos barrios. Así que, lo que pretenden es vender gato por liebre: quitan mediciones de paseo de Recoletos, glorieta de Carlos V, plaza de Castilla, calle Alcalá y la plaza del Doctor Marañón, (que parece esto el Monopoly) donde "casi no" hay coches. A cambio, y para que no estemos tristes, ponen otras estaciones de medición en El Pardo y El Retiro (donde "no" hay casi árboles, no), el Parque Juan Carlos I (vivo al lado y aseguro que ni se oyen los coches dentro del parque) y los PAU de Sanchinarro o Vallecas. Zonas de pulmones verdes o donde, directamente, no hay demasiado tráfico rodado.

¿Consecuencias? Bueno, la ciudad de Madrid tendrá uno de los mejores aires de Europa, en relación a su tamaño y población, y si los madrileños nos andamos despistados, nos venderán la moto diciendo que han mejorado el medio ambiente (ya veo al Gallardón cantando y riendo porque su maravillosa M-30 subterránea ha acabado con el problema medioambiental). Por supuesto, eso sólo será en las mediciones. En la realidad, seguiremos respirando basura, y peor. Como los datos dirán que todo es perfecto, nadie se preocupará por la contaminación... "tumorcito, tumorcito... asmita, asmita...".

Pero esto me ha recordado el tema del calentamiento global. Que nadie se me asuste, ni me llame hereje ni nada por el estilo. Pero lo cierto es que no es nada fácil aseverar que el clima está cambiando. Y esto lo digo desde una perspectiva científica. Entre otras cosas, eso explicaría porqué no hay un consenso claro entre los científicos (dejemos las asociaciones ecologistas, hablo de climatólogos y físicos) respecto a cómo es la influencia humana en el clima, ni cómo éste puede estar cambiando. No pretendo poner en duda el cambio climático, pero tampoco darlo por hecho. Ni siquiera el tema de este post va sobre eso. Lo que quiero explicar es lo difícil, sino imposible, que es comparar las variaciones de temperatura y demás factores atmosféricos entre diferentes épocas.

El ejemplo es muy fácil: si la iniciativa del Ayuntamiento sigue adelante, no podremos comparar los niveles de contaminación de ahora con los que habrá dentro de un año, porque no estaremos midiendo en las mismas condiciones. Es decir, si el año que viene, sin esas 9 estaciones, obtenemos un descenso de la polución, ¿podremos decir que hemos mejorado el aire de Madrid?

Uno podría decir alegremente que no, claro. Lo que ha pasado es que hemos quitado estaciones de medida de zonas contaminadas y las hemos puesto en zonas más limpias. bien. Pero, ¿y dentro de 10 años? ¿Podremos decir que la contaminación atmosférica de Madrid es mejor o peor que hoy? NO LO PODREMOS SABER. A lo mejor sí que se ha mejorado la calidad del aire, pero no podremos compararlo porque no medimos en los mismos puntos, y las medias de contaminación son inequivalentes.

Creo que es fácil ver lo que acabo de contar. Ahora hagamos un esfuerzo más, pero pequeño. ¿Cómo eran los termómetros de hace 50, 100, 200 años? ¿Dónde se tomaban medidas de temperatura? ¿Con qué error se tomaban? Dejo estas preguntas al aire, por dos motivos, a saber:

1) Es tarde y tengo que acostarme, que me puede el sueño; y
2) Tengo que buscar enlaces y un par de cosillas para darle seriedad a este post (además de daros material para leer y procastinar), y eso requiere tiempo, lo que entra en oposición con el primer punto.

domingo, 13 de diciembre de 2009

"En cierto sentido duro y crudo, que ninguna vulgaridad, broma o exageración puede borrar por completo, los físicos han conocido el pecado; y éste es un conocimiento que nunca podrán perder"

Robert Oppenheimer, 
hablando de la bomba atómica.