martes, 14 de mayo de 2013

No puedes escurrir el trapo, ¡estamos en el espacio!

Pues como últimamente estoy algo "espacial", he descubierto este vídeo gracias a Las Penas del Agente Smith. ya me he suscrito al canal de Youtube, para estar al tanto de más vídeos que aparezcan.

El caso es que se propuso ver qué ocurría al escurrir una toalla empapada de agua en gravedad cero. No tiene desperdicio.



Por lo que parece, este experimento fue seleccionado entre varias propuestas de chavales de instituto. Creo que es una manera impresionante de acercar la ciencia a los chicos y chicas de esa edad. Lástima que en España se prefiera seguir beneficiando a los mismos que nos han traído a la situación actual, porque hacer algo como esto sería impresionante. Claro que tendríamos que tener algo en el espacio...

jueves, 9 de mayo de 2013

¿Aún soñamos con las estrellas?

Esta mini entrada no es más que la excusa, en cierto modo, para poner el siguiente video. es un vídeo que ha grabado la sonda Cassini que lleva 9 años orbitando alrededor de Saturno. Hasta ahora, el hemisferio norte de Saturno estaba en invierno y no se podían obtener imágenes del mismo por estar a la sombra. Resulta que ahora ya se puede observar y el espectáculo es grandioso: un enorme huracán, fijo en el polo norte, rotando sin parar.



Siempre que observo estos vídeo e imágenes de sondas espaciales que hemos lanzado al espacio y que nos mandan información desde distancias enormes, sigo preguntándome porqué es tan difícil encontrar estas noticias en más medios de comunicación. ¿Soy yo que no estoy atento, o es que hemos dejado de soñar con las estrellas? Yo sigo asombrándome con estas imágenes.

domingo, 21 de abril de 2013

¿Es ciencia lo que no es medible?

A raíz de una agradable visita a unos amigos en un país de desagradable clima, surgió una conversación con ellos sobre ciencia, pseudociencia, escepticismo y demás. La chica (siempre hay una chica) me preguntó algo que aún no estoy seguro de saber contestar: "Lo que no se puede medir, ¿es ciencia?" Como medida cautelar, le dije que sí, pero aún así sigo sin tenerlo claro. Para contestar correctamente habría que, quizá, concretar más la pregunta. Por ejemplo, habría que especificar si "eso que no se puede medir" no se puede hacer porque aún no tenemos los medios (¿podremos llegar a medir "la intensidad" de un sentimiento, la longitud de un recuerdo?) o bien porque "eso" es no medible.

En primer lugar, habría que definir qué significa medible. Empecemos por lo fácil y definamos medir como "el hecho de cuantificar o de obtener un número asociado a un evento o sistema físico". Es decir, que algo sería medible si podemos expresarlo con un número dentro de una escala.

Pues bien, este detalle de medible o no encierra otro curioso problema, llamémoslo, filosófico: ¿es medible todo lo que existe en el Universo o hay entidades que no son medibles? No es una pregunta tonta, como podría parecer en un primer momento, y no creo que haya una respuesta más allá de una convicción o creencia personal.

Si consideramos que sí, que todo es medible, esto implica dos cosas: que en algún momento llegaremos a medirlo (si no se destruye la civilización y el conocimiento sigue avanzando, que no es poco) y que somos máquinas. Nuestros sentimientos serán también medibles en algún sentido (o en varios) y podrían llegar a interpretarse como reacciones ante eventos. La clave sería que, al ser medibles, podríamos llegar a simularlos en un ordenador (no hay más que ver qué valores toma la tristeza, por ejemplo, cuando recibe el estímulo "rechazo amoroso" y luego realizar la simulación) llegando a la cuestión: "¿Podríamos decir que el ordenador siente tristeza, si hacemos esta simulación? ¿Bastaría hacer lo anterior para considerar que "algo", como un ordenador, siente? Obviamente esto es un debate que podría dar para un libro. De hecho, uno como el que estoy re-leyendo, "La nueva mente del emperador" de Roger Penrose. Trata sobre inteligencia artificial y también sobre preguntas como al anterior. Recomendable si alguien se encuentra especialmente valiente, ya que Penrose se caracteriza por hacer libros de "divulgación para científicos" por decirlo de forma sencilla, y suelen ser duros de leer (aunque muy interesantes).

Siguiendo con la asunción de que todo fuese medible, lo segundo que implica es, en este caso, la respuesta a la pregunta que ha dado lugar a este post: "¿Es ciencia lo que no es medible?". Esa respuesta será "No". Ya que entendemos la ciencia como la descripción (más aproximada) que conocemos del Universo y todo lo que contiene, si consideramos que "todo" es medible, la respuesta debe ser que lo que no lo es, no sería ciencia, sino brujería, pseudociencia, invención o lo que queráis. Pero no me despellejéis todavía. Veamos que implicaría que consideremos otra cosa.

Si, por el contrario, consideramos que no, que no todo lo que existe ni lo que pasa en el Universo es medible, habría que ver qué cosas no serían medibles y si son ciencia o no. En eso estuve entretenido gran parte del camino de vuelta, así como en escribir la entrada sobre escepticismo que espero publicar pronto. El caso es que si existiesen procesos, objetos, eventos o sucesos sin más que no fuesen medibles o cuantificables, tendríamos que replantearnos completamente el universo. Si existiese por ejemplo la magia, en el sentido en que hubiese gente que pudiese lanzar hechizos, ¿qué serían esos hechizos? es decir, ¿cómo afectarían al mundo, a los átomos? Si alguien te lanzase un hechizo de fuego ¿cuál sería el proceso por el que se produjese una llamarada? ¿Sería un fuego como el normal, átomos con mucha energía que producen reacciones de combustión mediante aumento de temperatura? ¿o cómo lo haría?

Yo veo un problema a eso de que hubiese eventos no medibles. Las leyes del comportamiento atómico, las leyes químicas y, en general, todas las leyes que rigen el comportamiento de la materia (y de la física) son cuantificables, por lo que cuando decimos que son afectadas por algo, deben serlo en una cantidad determinada. Por ejemplo, decimos que mi "magia" particular afecta a la temperatura de una habitación haciendo que aumente. Eso implica que de alguna manera afecto el movimiento de los átomos y moléculas del aire de forma que aumento la temperatura. Pero para hacer eso, tengo que considerar que mi "magia" sí está cuantificada ya que "aumenta la temperatura x grados centígrados", de forma que resultaría medible.

Resumiendo, creo que lo único que, hoy en día, podría no ser medible, podrían ser las emociones y comportamientos humanos, porque el resto de procesos que se me ocurren, serían medibles de alguna forma, aunque fuese aún desconocida. También puede ser la falta de ideas ocurrentes por mi parte...

El caso es que, para terminar esta reflexión sin conclusión clara, pienso que el creer (ya que, de momento, no sabemos suficiente sobre esta cuestión y yo menos, que no soy neurólogo ni nada parecido) que los sentimientos sean medibles o no ya enlaza con creer que el YO, la persona que "habita un cuerpo", sea sólo un conjunto de procesos en el cerebro o bien, creer que no, que hay algo más: alma, propiedades emergentes... Lo que sea que signifique ese "algo más".

En fin, hasta aquí mi pildorita de demencia de hoy. Saludos!

jueves, 28 de marzo de 2013

Software Libre o Mi Alma Geek

¿Qué es Linux y para qué sirve?

Linux es un sistema operativo como puede serlo Windows. Es decir, es lo que hace que el ordenador sirva para algo, que nos muestre gráficos en pantalla, que abra las aplicaciones que le pedimos que abra, que lea un CD o un disco duro. Es, en definitiva, la pieza básica para que un ordenador sea algo más que un montón de chatarra.

Sirve para lo mismo que Windows, en esencia. Que el ordenador funcione y nos sea útil. Entonces, ¿por qué íbamos a cambiar a Linux si ya tenemos Windows instalado en el ordenador según lo compramos? Esa es la clave: aunque sirve para lo mismo, la filosofía detrás de cada uno de los sistemas operativos y la forma misma de funcionar (a nivel fundamental) son totalmente distintas.

En primer lugar, Linux es un sistema de código abierto, o sea, que cualquiera puede descargarse el código fuente original y modificarlo, estudiarlo o cambiarlo como quiera. Esto, en principio, para el usuario medio de un ordenador no sirve para nada. Hay que saber programar muy bien y controlar mucho de informática para poder realizar cambios útiles en ese código.

Sin embargo, eso de código abierto también va asociado a otro concepto que es el de software libre. Es una filosofía muy interesante que dejo como enlace para aquél que quiera profundizar, pero como resumen diré que hace que tengamos mucho software de calidad (programas, vaya) disponible para nuestro ordenador con coste nulo. Además, permite que existan grandes comunidades de gente que sabe mucho del mismo, y que comparten conocimiento.

¿Y cómo llegué yo a ese sistema? Hace mucho tiempo, instalé una versión de Linux (distribuciones, en realidad) que se llamaba Slackware 96. Reconozco que fue una experiencia frustrante y horrorosa, pero por dos motivos: ni yo estaba preparado para ella ni el sistema era muy amigable aún con el usuario medio de un ordenador. Sin embargo, hará cosa de 4 años, decidí volver a intentarlo ¿y por qué?

Pues porque hace ya un tiempo que mi relación con Windows cambió radicalmente. Siempre he sabido que muchas versiones de Windows han sido deficientes (Windows 95 fue famoso por el “pantallazo azul” de marras) o no me han permitido usar el ordenador y exprimirlo todo lo que me hubiese gustado o de la forma en que me hubiese gustado, pero supongo que hará unos 4 años, me cansé definitivamente. Todo fue culpa de Vista, algo que a mucha gente no le sorprenderá. Resultó que, cansado de que mi ordenador nuevecito no parase de apagarse y reiniciarse debido al sobrecalentamiento, además de ir “demasiado” lento para el cacharro que era, decidí instalar Linux y migrar definitivamente a este sistema de software libre.
Imagen obtenida desde http://enclavederock.blogspot.com.es

He de decir dos cosas antes de continuar: cuando conseguí mi primer ordenador, era de los pocos de mis amigos que aún no tenía uno, por lo que lo cogí con unas ganas enormes de investigar y eso me quitó el “miedo” que mucha gente siente ante la idea de modificar cosas en un ordenador, formatear el disco y demás; la segunda cosa es que a mi tendencia friki se unió un amigo de mi madre que era programador y le encantaban estas cosas, que fue el que me inició en la programación (algo que se quedó en el olvido hasta hace relativamente poco) y en el mundo Linux (el intento frustrado con Slackware), pero tan brevemente que seguí siendo usuario Windows. Aún así, esa experiencia dejó poso.

La cosa es que finalmente hice copias de seguridad, me descargué una distribución (variaciones de Linux creadas por compañías, entidades o personas distintas) de Ubuntu (la 8.algo) y lo instalé. Creo que hay pocas cosas de las que pueda estar más contento de haber hecho. Ubuntu es una distribución de Linux que tiene un entorno gráfico muy intuitivo que permite a alguien que venga del lado de Windows acostumbrarse fácilmente. Por otro lado, permite a quién le interese, aprender y profundizar en la comprensión de los ordenadores y de cómo funcionan, ya que sigue siendo un sistema Linux al fin y al cabo. Además, tiene infinidad de programas para todo tipo de necesidades, totalmente gratuitos, en la línea de la filosofía del software libre. Tampoco quiero engañar a nadie, por lo que diré que hay programas que a día de hoy no tienen un equivalente en Linux que sea satisfactorio, pero hay opciones para usar los programas de Windows en Linux. Algo más complicado, pero a mí me merece la pena.


Entremos más en detalle: ¿quién quiere esto del Linux, para qué, por qué? Bien, pues hablaré de mi experiencia personal y que cada uno saque conclusiones. Me cambié a Linux por eficiencia. Tenía, como digo, un ordenador muy potente, pero me daba cuenta que con Windows Vista estaba perdiendo esa potencia en tonterías gráficas (que se podían desactivar, eso sí) y en una gestión deficiente de los recursos por parte del software. Así que decidí probar Ubuntu para ver si era cosa del sistema operativo o del ordenador en sí. Claramente era del sistema operativo. Así que ahí estaba, con un sistema operativo nuevo que debía aprender a usar y en el que, si algo salía mal, no había servicio técnico detrás del teléfono para arreglar nada (aunque nunca he llamado a un sitio de estos, solía meter mano yo mismo).

No sé, No entiendo, esto está roto

Lo primero que aprendí es que prácticamente cualquier problema que un usuario medio pueda tener, está resuelto en Internet. Tal cuál. Básicamente copias en Google el error que te salga y aparecen foros y webs donde gente ha tenido previamente ese problema y otra gente se ha dedicado a resolverlo. Ahora bien, no se resuelve siempre instalando un parche ni nada parecido, sino tecleando unos comandos en la consola (lo que sería el MS-DOS, o cmd de Windows, pero en versión Linux). Eso da un poco de miedo al principio, pero no supone ningún problema en realidad. Es una bendición porque no tienes que esperar a que la compañía de turno saque una actualización o un parche, ya que algún genio de la informática o algún grupo de programadores han resuelto el problema antes casi de que la gente se dé cuenta de que existe. Obviamente puede pasar que no haya solución a ese problema, pero lo cierto es que hasta la fecha, siempre he encontrado algún tipo de solución, aunque sea temporal, a cualquier problema que he encontrado. La mayoría de las veces, si a uno no le interesa saber más porque el ordenador es una mera herramienta, puede limitarse a seguir los pasos que vengan explicados para solucionar el problema.
Escritorio Ubuntu
Imagen obtenida desde http://clubdelectores.ning.com

El resto de programas y el sistema operativo en sí, se puede manejar sencillamente, muy parecido a Windows, con el ratón. Lo único que cambia es cómo están organizados los menús y cosas así, pero es algo a lo que cualquiera puede acostumbrarse en muy poco tiempo, además de ser algo que todos tenemos que hacer cada vez que cambiamos de versión de Windows. Si no, comparad cómo era W95 y cómo es W7.

Por otra parte, dentro de la filosofía Linux, uno puede encontrar manuales gratuitos para cualquier cosa que quiera hacer con su ordenador y con su sistema. Es parte de la filosofía: compartir conocimiento. Y yo, que soy un acaparador de conocimiento, tengo cientos de manuales en pdf que, quizá, algún día consiga empollar antes de que se desfasen.

Por lo que ya quiera programar, editar imágenes, hacer presentaciones o textos, configurar una impresora o montar un servidor, encontrará exceso de información en la red. Manuales, tutoriales, manuales cortos, avanzados, medios... Así que uno puede pensar cómo es posible que Linux no sea de uso común, con todas las ventajas que estoy enumerando. Pues vamos a ver porqué Windows sigue usándose mayoritariamente y no así Linux.


Muy bonito, bueno y barato, pero no funcionan los juegos

En realidad, el título de esta parte finnal no es cierto del todo. En Linux siempre ha habido juegos, quizá no grandes producciones ni triples A, pero siendo una comunidad tan grande con gente que sabe programar al más alto nivel, es obvio que los tiene que haber. Los problemas de este sistema operativo frente a Windows han sido siempre otros. Dejando de lado el monopolio que ejerció Microsoft durante los 90 (lo que llevó a los famosos juicios contra ellos en EEUU), algo que sólo una empresa privada y con una dirección única puede hacer, veremos qué pasa para que Linux apenas se conoca hasta ahora, que la cosa está cambiando. 

Linux tiene, desde mi punto de vista, dos problemas principales: la, en principio, mayor complejidad en su uso, y el software propietario. 

Respecto al primer problema, su mayor complejidad, se debe a una percepción asumida durante años. Linux se desarrolló en entornos de geeks de la informática, apasionados de la programación y profesionales. En principio, fue una sóla persona la que lo desarrolló (Linus Torvald, basándose si no me equivoco en UNIX, un sistema operativo antiguo, pero muy potente) y se fue desarrollando con los años, siempre con esa idea de ser un experimento, una forma de ver hasta dónde uno es capaz de llegar con sus propios conocimientos, dejando la sencillez de uso para un usuario medio como algo prescindible totalmente. Mientras tanto, Microsoft pasaba de MS-DOS y su línea de comandos (yo la adoraba) a los entornos gráficos, donde todo resultaba (a priori) más obvio y fácil de hacer. Hace tiempo que no es así y que usar Linux (depende de la distribución, eso sí) termina siendo tan sencillo como usar Windows o Mac

Respecto al software propietario, es decir, programas creados por empresas (de forma que no hay código fuente disponible para que nadie lo adapte ni lo mejore) que trabajan fundamentalmente para Windows, ya que es allí donde se encuentra su público objetivo. Esto se resume en videojuegos y programas de entretenimiento. También hay programas profesionales tipo Photoshop o de edición de video que no se encuentran en Linux, pero las opciones alternativas son bastante potentes e interesantes (Gimp es el sustituto de Photoshop en Linux, y creo que lo hace bastante bien).

Si embargo, últimamente se está produciendo el efecto de migración. Mucha gente está comenzando a usar Linux por diversos motivos, de forma que las compañías ven mayores beneficios en este sistema operativo y deciden portar sus programas para que sean compatibles. No podría establecer una causa de porqué ahora está más gente pasándose a Linux. Sólo puedo aportar los motivos personales que ya he comentado, así como el hecho de que si tienes un ordenador antiguo, instalar una versión reducida o más ligera de Linux, devolverá a la vida a ese ordenador haciéndolo usable hoy en día. No en vano, tengo un Pentium II con otra distribución de Linux, llamada Linux Mint Lite (lo de Lite significa que es una versión ligera para ordenadores poco potentes), y funciona muy bien... funcionaba hasta que se quemó la fuente de alimentación, pero eso es otra historia.
Imagen de
http://www.pixfans.com/los-mejores-juegos-para-linux/

Respecto a los videojuegos y aplicaciones de video y demás, cada día la brecha es menor. Recientemente se ha lanzado la plataforma Steam (de VALVE, los del Half Life) para Linux, y cada vez más juegos (principalmente de autor, para qué mentir) se lanzan con compatibilidad con este sistema. Así que es de esperar que dentro de un cierto tiempo no haga falta tener un Windows instalado para echar una partida.

En cualquier caso, y por ir cerrando la entrada, mi opinión es que Linux es un sistema muy interesante, divertido si te gusta frikear y con muchas ventajas. Pero tampoco hay que ser extremista: en el portátil tengo Windows por cuestiones de trabajo (y de juegos), y también me funciona bien (sí que es cierto que lleva Win7, que me parece de los mejores Windows que recuerdo). Hay que sacarle partido a cada sistema sin enrocarse en una posición radical.

Si queréis probarlo, incluso sin instalar el sistema:
http://www.ubuntu.com/ubuntu

O bien, Linux Mint:
http://www.linuxmint.com/

miércoles, 29 de agosto de 2012

El Can Cerbero de la Física: los 3 Principios

Créditos: Profesor en línea
A lo largo de la carrera de físicas hay una serie de conceptos o modelos que se estudian una y otra vez desde diferentes aspectos. En la UCM al menos, dos de los más recurrentes son el oscilador armónico (en formas tan variadas como péndulos, circuitos electrónicos o cristales) y la histéresis (magnética y mecánica, las más queridas entre el alumnado). Esto se debe a que la Naturaleza es recurrente en muchos casos.

Sin embargo, hay tres principios, las tres cabezas del can Cerbero, que no es que se correspondan con muchos procesos físicos, sino que "coartan" y limitan cualquier situación, intercambio, reacción o interacción que se pueda producir en CUALQUIER rama de la física (y la química, y las ingenierías, claro). ¿Estamos hablando de física clásica, relatividad o cuántica de campos? No importa, que los tres protagonistas de esta entrada llegarán para imponer su ley, su criterio, frente a cualquier otra consideración. 

Como muchos ya sabrán, me estoy refiriendo a los 3 Principios de la Termodinámica. No he conseguido encontrar la cita, pero creo recordar que un físico de los buenos*, un peso pesado, dijo que si tu teoría era bella, tenía muchas posibilidades de ser cierta, pero si contradecía los principios de la termodinámica, era errónea. Así que, en un arranque de vanidad, me lanzo a intentar explicar qué son y qué significan estos tres principios. Y lo más importante: qué consecuencias reales tienen. 

La 1º de tres cabezas

El primer principio de la termodinámica es el de conservación de la energía. Esa frase muy conocida que dice "la energía ni se crea ni se destruye; se transforma", que tanto han tergiversado los bufones de las pseudociencias y contactos con el más allá, es la síntesis total de este primer principio. Podemos verlo de una forma algo más precisa diciendo que establece que la variación de energía de un sistema durante cualquier transformación (cambio de volumen, temperatura, interacción entre partículas...) es igual a la cantidad de energía que el sistema intercambia con el entorno, siendo negativa si el sistema le da energía al entorno y positiva si es el entorno el que le cede energía.

En cuanto al "entorno" quiero decir un par de cosas. En termodinámica, cuando se habla del "sistema" y del "entorno" debe quedar claro a qué nos referimos. El sistema se refiere al sistema físico (gas, partículas, recipiente...) que nos interesa estudiar. Ya sea un pistón que presiona un gas o un recipiente aislante con un líquido en su interior; dos partículas que colisionan entre ellas o dos compuestos químicos reaccionando entre ellos, sólo nos interesa su energía y la forma en que evolucionan en el tiempo. Todo lo demás que les rodea, fuera del recipiente que contiene nuestro sistema, o fuera de los límites que lo enmarcan, es lo que llamamos entorno. Y el entorno puede ser el resto del universo (de una manera estricta, lo es), pero no nos interesa su evolución más allá de la forma en que intercambia energía con el sistema. Ya puede explotar una supernova o producirse una explosión nuclear, que en principio, sólo nos interesa qué cantidad de energía y de qué forma, se intercambia con nuestro experimento.

No hay una demostración formal de esta afirmación desde un punto de vista termodinámico. Eso sí, estos principios se basan en la observación de los fenómenos físicos y no son arbitrarios en ese sentido. Sin embargo, no hay fundamento matemático que demuestre que son ciertos ni que impida que no se cumplan. Los principios físicos son ideas que se han obtenido, como digo, de la observación y sobre los que se construye el resto de las teorías. Ocurre, sin embargo, que nunca se ha encontrado una situación en la que este principio se haya violado. Cuando se comenzaron a estudiar las partículas subatómicas, acaecían desintegraciones que aparentemente violaban este principio de conservación. En esta situación, los físicos debían o bien rechazar la conservación de la energía como un principio de la física, o encontrar "la fuga" de la energía sobrante. En este caso, hablo de la desintegración beta en la que un neutrón se desintegra en un electrón (o también un protón se desintegra en un positrón o anti-electrón). Resulta que esta desintegración tiene una falta de energía, ya que la energía inicial es mayor que la final. Así que Wolfgang Pauli predijo que debía existir una partícula con ciertas características y muy difícil de detectar que se llevase la energía que faltaba. Así fue como se postuló por primera vez el neutrino (más concretamente, el anti-neutrino).
La famosa desintegración beta. Créditos: Wikipedia

Por otro lado, la energía tiene una correspondencia con la masa, siendo dos aspectos de la misma cosa. Esto lo sabemos gracias a la relatividad de Einstein, de forma que la masa puede convertirse en energía y viceversa. Lo cual sólo es un añadido al principio de la termodinámica que, cuando se formuló, no tenía en cuenta efectos relativistas. Podemos decir, por tanto, que la energía-masa se conserva.  

Por muy grande que lo hagas, no funciona.
Créditos: El mundo de la física
Ahora viene lo bueno. Si uno navega por Internet podrá descubrir que este principio ha sido completamente destruido desde hace mucho tiempo. Esto es porque puede encontrar miles de vídeos en Youtube, páginas y blogs en los que mediante sencillos montajes con imanes, cables y espiras se obtienen máquinas de movimiento que generan energía de la nada. Son las llamados móviles perpetuos de primera especie, esto es, máquinas que son capaces de generar energía de la nada con sólo ponerlas en funcionamiento, pero que no han podido comercializarse debido a las grandes compañías petroleras y de energía que no quieren ver arruinado su negocio. Bien, animo a todo curioso que intente fabricar estos modelos, el que quiera, que descubrirá que el suyo no funciona. Resulta que son todos fraudes. Uno puede ver múltiples argumentos en los blogs, comentando que está pensando hacerlo más grande para que funcione, que al ser pequeño no lo hace, etc. El resultado será que nunca funcionarán, o si funcionan, que tienen algún truco (normalmente un motorcito con su pila). 

Tras ver la primera, veamos quién es la segunda cabeza del monstruo.

Enemiga de la eficiencia

En este apartado hablaremos del segundo principio de la termodinámica. Hemos visto que el primer principio establece la imposibilidad de que una máquina produzca energía (o la destruya), de manera que sólo permite que la energía se transforme. Pero, ¿puede transformarse de la manera que quiera? Ahí entra en juego el segundo principio, que limita la forma en que la energía se transforma. Algo que resulta muy útil para el diseño de máquinas eficientes (en el sentido que aprovechan bien la energía que se les proporciona para realizar un trabajo).

Esta segunda ley o principio ha sido un limitante muy grande en el desarrollo de la tecnología, motivo por el que ha sido desafiada durante muchísimos años con el fin de conseguir máquinas que realizasen trabajo a partir del calor recibido del entorno. Porque el segundo principio permite que todo el trabajo que se realiza contra un cuerpo se convierta en calor (por ejemplo, un trozo de metal al que friccionamos constantemente, termina aumentando su temperatura), pero impide que el calor se transforme íntegramente en trabajo. Definiendo esto, hay dos formulaciones equivalentes de este principio debidas a Lord Kelvin y a Clausius. El primero postuló el segundo principio como sigue:

Una transformación cuyo resultado final sea únicamente la transformación de trabajo del calor extraído de una fuente, estando todo a la misma temperatura, es imposible.

Comentemos el significado de estas dos líneas. Si tenemos dos objetos, uno de ellos una máquina y el otro lo llamamos fuente de calor, para conseguir que la máquina funcione, la fuente debe estar a una temperatura superior. Como ejemplo sencillo tendríamos la máquina de vapor: la caldera está a una temperatura mayor que el agua que hay en la máquina, de forma que consigue que esta evapore y mueva unas turbinas al salir de los conductos debido al aumento de presión que se produce al convertir en vapor el agua. Lo que dice el enunciado de Kelvin es que si la caldera estuviese a la misma temperatura que el resto de la máquina (incluyendo el agua en "resto de la máquina"), no conseguiremos obtener trabajo, ya que no conseguiremos evaporar el agua. Esto es sencillo si nos vamos a la física a nivel molecular o atómico. La temperatura de un cuerpo se puede ver como un índice que nos dice cómo de rápido se mueven las partículas de ese cuerpo. Es decir, nos ida una idea de cuánto vibran sus partículas: cuanto más temperatura, mayor será ese movimiento o vibración. Por tanto, imaginemos que ponemos dos cuerpos juntos, que están a la misma temperatura. Cuando choquen las partículas en la frontera entre los cuerpos, de media no se van a transferir energía, ya que tienen ambos el mismo grado de velocidad o vibración. Sin embargo, si uno de ellos está a gran temperatura respecto al otro, en cada choque, las partículas del primero se frenarán un poco mientras que las del segundo se acelerarán. Como cuando golpeamos una bola de billar con otra a gran velocidad. Eso es la transferencia de energía que llamamos conducción. Así que es fácil ver que si ambos cuerpos están a la misma temperatura, no se transferirá energía de uno a otro, por lo que no podremos hacer trabajo.

La forma en que describió Clausius este principio es como sigue:

Una transformación cuyo único resultado final sea la transferencia de calor desde un cuerpo a una temperatura dada a otro cuerpo a una temperatura superior a la anterior es imposible.

Vemos ahora el significado de esto. En primer lugar, si nos pasamos de nuevo a una visión microscópica, vemos que si un cuerpo está a temperatura inferior a otro no podrá pasarle energía por lo que hemos visto de las partículas chocando y transfiriéndose energía. Por tanto, el enunciado tiene sentido. En segundo lugar, comentar que ambos enunciados son equivalentes, pero no lo demostraremos (si alguien está interesado, ver Enrico Fermi, p. 30, "Thermodynamics").

En conclusión, el segundo principio nos dice cómo se puede transformar la energía, y descarta la posibilidad de que se pueda construir una máquina que realice un trabajo sin recibir energía de un foco a mayor temperatura (a nivel más prosaico: no puede funcionar una máquina sin recibir constantemente energía, ya sea por electricidad, combustible...).

La entropía, reversibilidad y la muerte térmica del Universo

La tercera cabeza del monstruo, según hemos ido construyendo el artículo, resultaría ser el tercer principio que sería el siguiente:

Al llegar al cero absoluto, 0 K, cualquier proceso de un sistema físico se detiene.
Al llegar al cero absoluto la entropía alcanza un valor mínimo constante.  (Wikipedia)
El señor Boltzmann, de la entropía. 
Créditos: Cuentos cuánticos
 Es decir, en el cero absoluto no habría vibración de átomos, ni reacciones químicas ni emisión de energía... Pero la utilidad de este principio es a un nivel matemático en el sentido de que permite establecer un origen para eso llamado entropía. Así que la verdadera cabeza del monstruo es más concretamente la entropía, una propiedad de los sistemas físicos que vamos a intentar explicar en los siguientes párrafos.

Para empezar hay que explicar primero qué es una transformación reversible y una irreversible. La primera sería una transformación de un sistema desde un estado a otro pasando siempre por estados intermedios de equilibrio. ¿Qué significa esto? Pues que si hacemos que un gas, por ejemplo, se expanda muy lentamente, de manera que no se produzcan turbulencias ni cosas parecidas, hasta un estado final en el que ocupa el doble de lo que ocupaba al principio, podemos conseguir revertir el sistema a su estado inicial de manera que el sistema ni ha ganado ni ha perdido energía. Sobra decir que en el mundo real no existen transformaciones reversibles: el rozamiento, el hecho de que no tenemos recipientes completamente aislados y siempre hay fugas de gas, calor, etc., hacen que sea imposible tal cosa.

La entropía es una magnitud física que, hablando pronto y mal, da idea del desorden del sistema. Un sistema ordenado, como una estructura cristalina, tendría menos entropía que en mismo cristal pero fundido, hecho líquido. En realidad, es más sutil que eso, y lo veremos un poco más adelante.

El caso es que la ecuación para la entropía es una desigualdad. La variación de entropía de un sistema es mayor o igual a la variación de calor partido por la temperatura. Resulta que cuando el sistema está aislado del entorno, la variación (o intercambio) de calor es cero, como es lógico. Por tanto, operando la ecuación que quedaría S(B)-S(A)>=0 obtenemos lo siguiente: S(B)>=S(A). Resumiendo esto, S(B) sería la entropía del sistema al final de una transformación cuando alcanza el estado B, y S(A) es la entropía del sistema al principio, antes de sufrir el cambio de estado. Por tanto, la entropía de un sistema aislado siempre aumenta o se mantiene constante.

Hay que decir que esa desigualdad que hemos visto, se correspondería con la formulación matemática del segundo principio o ley termodinámica. Sin embargo, he decidido comentarla aparte para hablar directamente de la entropía, que es una cantidad que merece por sí sola el calificativo de 3ª cabeza del monstruo.

Este resultado es algo confuso quizá, pero establece el hecho de que un sistema físico (un gas, por ejemplo) siempre va a ver como su entropía, que recordemos indicaba el "desorden" del sistema, se mantiene constante o aumenta. Se mantendrá constante cuando el proceso que cambia el sistema (aumento de volumen, por ejemplo)  se produzca de manera muy lenta y muy suave (lo que se llamaría proceso reversible) y aumentará cuando el proceso sea más "violento" o repentino. En este caso, el proceso sería irreversible.

¿Y este follón, que sentido tiene? Bueno, descubrámoslo aplicándolo al Universo entero. El Universo, si lo definimos como "todo lo que es", es un sistema aislado. Esto es porque como no existe nada más, aparte del Universo, no hay nada con lo que intercambiar energía. Si hubiese algo más aparte del Universo, automáticamente nuetro Universo incluiría eso nuevo (ya que Universo se define como todo lo que existe), y volveríamos al caso anterior. Así que estaríamos en el caso que acabamos de ver para la entropía: S(B) es mayor o igual a S(A). Así que si el Universo sólo contuviese procesos de los reversibles, que son suaves y lentos, podría mantener constante su entropía, o nivel de desorden.

Sin embargo, en el Universo ocurren cataclismos y reacciones que no son, desde luego, procesos suaves y lentos. Explosiones de supernova, agujeros negros absorbiendo materia, choques galácticos... en todos estos procesos la entropía del Universo aumenta llegando cada vez más a un estado estable de máxima entropía. Esto significa el mayor nivel de desorden posible, donde la energía está en su forma más degradada. Es la llamada muerte térmica del Universo.

¿Y qué limitación impone esto a la física? Pues en cierto modo, establece hacia donde apunta la flecha del tiempo. Expliquemos esto, a ver si consigo hacerlo entendible: en cierto sentido, la física es reversible. Es decir, sus ecuaciones son simétricas respecto al tiempo de tal forma que no importa en qué "dirección" temporal nos movamos, físicamente serían válidas. Por poner un ejemplo, si tenemos un billar y una bola blanca que golpea a las demás cuando están colocadas en un triángulo, sabemos que el "sentido correcto" sería en el que las bolas terminan desperdigadas por el tapete. Pero físicamente (al menos, según la física clásica), sería posible también una situación inversa en la que las bolas rebotan en sentido contrario hasta que llegan a situarse juntas en el tapete y la blanca en su sitio. El único motivo por el que el sistema no sería reversible es debido a la entropía. Antes comentábmos que indica el "grado de desorden" y ha llegado el momento de matizar esto.

A ver quién dibuja una flecha temporal...
Créditos: Francis th(E) Mule
Tenemos que imaginar un mapa, en el que hay regiones distintas. Estas regiones serían equivalentes a estados del sistema: por ejemplo, una región donde todas las bolas estarían colocadas en el triángulo. Cada punto de esta región representaría una posible configuración: por ejemplo, un punto sería el que representase las bolas colocadas de forma alterna y por orden numérico (color sólido, franja, color sólido, franja...); otro punto el que fuese como el anterior, pero la bola negra estuviese en otra posición distinta del centro. Ambos puntos representarían la situación de máximo órden en la mesa de billar, pero por otra parte, a nivel de las bolas en concreto (en un gas hablaríamos de nivel microscópico) serían distintos. Otra región sería aquella que representase todas las bolas desperdigadas por el tapete de una forma determinada: una bola cerca de una esquina, dos en el centro y otras agrupadas en el otro extremo, por ejemplo. Esa región contendría puntos que tendrían la misma posición de las bolas, pero cada punto representaría una combinación distinta de las bolas.

Bien, pues la entropía representaría en realidad, la probabilidad de estar en una de las regiones del mapa que hemos imaginado. Por tanto, cuantas más combinaciones posibles, cuantos más puntos en definitiva, tenga cada región, más probabilidad tendré, consecuentemente, más entropía. Esta idea se la debemos a Boltzman y es de gran utilidad. Hay que darse cuenta que, en general, para estados ordenados, tenemos menos puntos en la región, por lo tanto, tenemos menos probabilidad, por lo tanto, tenemos menos entropía. Y en sistemas desordenados, hay más variabilidad, más puntos, más probabilidad, más entropía. Tenemos ya una representación de la entropía en función de algo más entendible y no como una propiedad extraña de los sistemas que estudiemos.

Así que la entropía nos da una idea de cómo va a evolucionar un sistema físico: cuantos más puntos tenga una región, más probable es que el sistema termine en alguno de sus estados, así que la imagen que hemos usado del billar y las bolas será muy simétrica respecto al tiempo, pero la entropía nos indica que lo más probable es que termine muy desordenado según vamos jugando (y somos suficientemente malos como para no meter ninguna bola en su agujero, claro).

Lo cierto es que no supone un limitante tan grande como las anteriores "cabezas" que hemos visto, ya que el hecho de que un estado sea poco probable, no significa que no sea posible, pero es cierto que da mucha información a la hora de predecir un estado físico, qué ocurrirá y que no es probable que ocurra.

Conclusión

Los principios de la termodinámica son muy importantes en física, como hemos podido comprobar, y también tienen muchas implicaciones. En cualquier rama de la física más avanzada se tiene en cuenta estos principios de manera directa o indirecta, pero siempre están presentes. Por eso decidí hacer esta entrada. Espero haber conseguido acercar un poco las ideas de la termodinámica que tan importantes son y tan poco se han divulgado (que yo sepa), aunque me temo que algún párrafo no haya quedado todo lo claro que me hubiese gustado. No ha sido tartea fácil, pero confío en que habrá sido suficiente, al menos, para despertar el interés del público en la termodinámica. Personalmente, creo que la termodinámica es de las ramas más importantes de la física por su carácter tan general, precisamente. No en vano, es de las asignaturas más complejas y con más implicaciones de las que he tenido que estudiar, siendo difícil precisamente por esto. Sin embargo, el asombro que se siente al descubrir y entender sus principios es algo que quería compartir, así que espero haberlo conseguido.

Bibliografía

Aunque he consultado varios sitios, la bibliografía básica tanto para escribir el artículo como para estudiar estos temas, ha sido la siguiente:

  • "Thermodynamics" Enrico Fermi
  • "Curso de Termodinámica", José Aguilar
Actualización

*Según comentaron en Amazings (Purnelio fue el primero si no me equivoco) cuando publicaron esta entrada, la cita se debe a Sir Arthur Eddington y es bastante más bella que como yo la he expresado:

“The law that entropy always increases holds, I think, the supreme position among the laws of Nature. If someone points out to you that your pet theory of the universe is in disagreement with Maxwell’s equations — then so much the worse for Maxwell’s equations. If it is found to be contradicted by observation — well, these experimentalists do bungle things sometimes. But if your theory is found to be against the second law of thermodynamics I can give you no hope; there is nothing for it but to collapse in deepest humiliation."

Me gustaría agradecer también a César de Experientia Docet sus aportaciones para mejorar la precisión de este artículo. El que sea divulgativo no tiene porqué significar que se renuncie a la rigurosidad.

martes, 7 de agosto de 2012

Ya estoy

Créditos: http://vistoenlaweb.wordpress.com
Ha sido una etapa dura que no me ha dejado tiempo para muchas cosas, entre ellas, este blog. Sin embargo, ha sido una etapa muy interesante en la que he aprendido cosas y he mejorado en muchos aspectos. Hablo de mi etapa por la televisión, montando experimentos y preparando acciones que saldrían a directo. El trabajo exigía mucha dedicación en horas, además de ser muy duro y de comportar mucha presión. Muchísima. Así es la tele.

Sin embargo, sentía que tenía que seguir adelante, que no me podía conformar con montar experimentos divulgativos porque la física me apasiona y no encontraba nada mejor a lo que dedicarme que a la ciencia y la tecnología. Así que, en plena crisis, decidí irme. Había muchos factores en contra de esta decisión, aparte de la crisis misma. El mundo de la tele es duro, pero es emocionante. Tener la posibilidad de conocer famosos, ver los entresijos del mundo del espectáculo, descubrir que la tele consiste en crear ilusión y magia para que todo parezca sorprendente. No siempre se consigue, claro, pero cuando después de mucho trabajo, sales a directo y ves que lo has conseguido, que los espectadores han sido deslumbrados por eso que has estado preparando tiempo. Cuando ves que has creado esa ilusión, se compensa el trabajo. Y esto hacía más difícil la decisión.

Sin embargo, soy un cabezota y sabía que tenía que intentarlo porque si no, siempre estaría pensando en qué hubiera pasado. Así que cuando terminó la temporada me fui otra vez a la cola del paro, la más larga que he visto nunca desde que comencé a trabajar hace mucho tiempo. Pero soy físico, y podemos hacer muchas cosas que poca gente sabe, de manera que a la semana estaba contratado en una academia universitaría de físicas. Ahí sigo, dando una asignatura de segundo. Vuelve a ser una prueba, porque no son clases como las que he dado de bachillerato y ESO. Esto es segundo de físicas, la carrera que estudié, y hay que dar las clases bien. El nivel tiene que estar por encima del exigido en la asignatura, ya que sólo así se puede enseñar algo. Conociéndolo.

Y no era mal plan, estar cobrando la hora mejor que en cualquier trabajo legal (mucho mejor, os lo aseguro) y con tiempo libre. Pero eso tampoco era trabajar de físico. No exactamente, porque no quiero repasar lo que ya me sé, quiero desarrollar cosas, tecnología, aprender cosas nuevas... Este afán de avanzar es insaciable a veces. La cosa es que ha salido bien. Muy bien. Tras echar una beca al INTA, como tantas otras que he echado tantas veces desde antes incluso de acabar, resulté seleccionado. Esta vez sí. Supongo que la cabezonería a veces tiene su recompensa.


Así que ahí estoy, en las puertas de lo que siempre he deseado desde que comencé la carrera. A trabajar en I+D. Serán dos años asegurados, algo genial, y luego ya veremos que pasa. Pero lo importante será que en mi curriculum ya pondrá que he trabajado en ciencia así que podré optar a todos esos puestos en los que exigen experiencia y demostrarles que sí, que yo valgo para eso.

También estoy aquí, volviendo al blog. Mi esperanza es que vuelva a escribir de manera regular, aunque me conozco y no puedo prometer nada. Pero cuando comience a meterme de nuevo en la ciencia, a leer y descubrir nuevas tecnologías o desarrollos que se han hecho por ahí, seguro que recupero las ganas de escribir sobre ello, sin tener que pensar un tema. Saldrá solo, como más o menos me salía cuando estaba en la carrera y empezaba en esto de la divulgación por internet. Además colaboro con Hablando de Ciencia y hemos hecho cosas muy interesantes en Tenerife este Julio (os recomiendo ver el resumen de los experimentillos que montamos), y eso hará que se me ocurran más temas y cosas sobre las que escribir.

Parece que se cumplen los objetivos que me propuse hará cosa de 4 años, cuando estaba encauzando y terminando la carrera, volviendo a casa en metro y pensando que tenía que acabar pronto y conseguir trabajar de aquello, que realmente me encantaba. Y me encanta. Veremos a ver cuánto tardo en volver a escribir. Mi idea es tardar menos de una semana, pero me conozco. Así que, quién sabe...

miércoles, 4 de abril de 2012

A vuelapluma: La masa

Peluche del bosón de Higgs. Créditos: The Particle Zoo
Ahora que está de moda el LHC, que recordad iba a destruir el mundo, y el bosón de Higgs, sale a la palestra el tema de la masa. Esa propiedad de la materia que todos damos por hecho, pero que, ¡oh sorpresa!, es un "enigma" para los científicos (concretamente para los físicos). Y la gente se preguntará extrañada ¿por qué es un enigma? La masa es... la masa. ¿O no? En realidad, ¿qué es la masa de un objeto? 

La masa es, básicamente, la cualidad de la materia de oponerse al cambio de su movimiento. Pero en las ecuaciones del Modelo Estándar la masa no surge de manera espontánea, sino que hay que meterla con calzador. Es decir, teníamos unas ecuaciones (un lagrangiano para los puristas) que nos describía qué partículas existían (las que conocíamos por los experimentos) y, además, detallaba cómo interaccionaban de manera correcta (de nuevo, comprobado por los experimentos). Sin embargo, existía un problema: la masa no aparecía en las ecuaciones. Y esto sí es grave, porque uno puede tener el modelo más bonito y precioso del mundo que si los resultados no concuerdan con las observaciones y experimentos, ya lo puedes tirar a la basura.


Así andaban las cosas. Tras muchos teoremas, trabajos y papers publicados y después del trabajo de muchos físicos, se realizó una modificación del Modelo Estándar (no se podía introducir un término de masa si no se rompe la simetría gauge electrodébil) que llevó a unas nuevas ecuaciones casi idénticas a las anteriores, salvo que contenían unos términos que se podían asimilar a la masa de las partículas. Pero como regalo a todo esto, aparecía también un término que no estaba antes y que tenía la forma (matemáticamente hablando) de una partícula de tipo bosón que intervenía en todos los términos nuevos que representaban la masa. Este es el llamado bosón de Higgs que tanto revuelo ha provocado. Como nota para entender lo que pretendo explicar en el párrafo siguiente, tengo que decir que en la física de partículas siempre que se habla de una partícula, se asume que hay un campo asociado a ella: como ejemplo más conocido el fotón, que tiene el campo electromagnético asociado a él.

¿Querías partículas? Pues toma dos tazas... Créditos: Revista Ciencia



El caso es que este bosón interaccionaría con todas las partículas y las dotaría de masa. Si recordamos la definición de masa del principio, es la propiedad de la materia de oponerse al cambio de movimiento. Intentando encajar esto con el Higgs, de forma visual y poco rigurosa sería como si el Higgs fuese un líquido viscoso (pensad en la miel) que inundase todo el espacio. Las partículas en su interior tendrían dificultad de cambiar de movimiento debido a su viscosidad y eso se correspondería con su masa. Cada partícula, dependiendo de la dificultad que tuviese para cambiar su estado de movimiento, tendría asociado un número que se correspondería con su masa.


NOTA A LECTORES NO-TÉCNICOS
Espero que esta pequeña entrada os provoque el interés por estos temas tanto como me pasa a mí. Os invito a bucear por los enlaces que he introducido para ir sabiendo más, aunque sea de una forma superficial. Lo cierto es que, a pesar de haber estudiado estas cosas en la carrera, aún se me escapa el tiempo entre los dedos cuando empiezo a saltar de página en página de la Wikipedia, leyendo todo lo que esté relacionado con estos temas. Los enlaces no son muy técnicos (ya digo, Wikipedia y otra fantástica página que he encontrado sobre estos temas que es Acercándonos al LHC), así que se pueden seguir sin tener grandes conocimientos en la mayoría de los casos.


NOTA A FÍSICOS
Esta entrada está escrita a "vuelapluma", ya que es un tema muy complicado que no domino en profundidad aún (estoy en ello). Por ello sé que aquellos que han estudiado electrodinámica cuántica y/o el modelo estándar, estarán horrorizados y con las manos en la cabeza. Sin embargo, creo que puede ser útil para gente que no sepa de estos temas, explicarlo de esta forma tan "horriblemente sencilla" y conseguir algo de interés por temas tan apasionantes. Es por esto que me he lanzado a la piscina de esta manera tan temeraria y por lo que pido "cuartel" de parte de aquellos que saben en profundidad y estudian estos temas.

lunes, 12 de marzo de 2012

Metáfora de la evolución

He encontrado este fantástico vídeo en el que se realiza una sencilla experiencia. Se pidió, de forma secuencial, a 500 personas, que trazasen una línea, poniéndoles la anterior (según he entendido). De esta forma, pequeñas desviaciones se van pronunciando, incluso llegando a separarse de la línea principal. Es una forma muy visual de entender cómo funciona la evolución: pequeños cambios seguidos de otros pequeños cambios; en alguna ocasión un cambio más brusco... 

En fin, como no soy un experto en biología evolutiva, dejo que el vídeo hable por mí.


sábado, 3 de marzo de 2012

Ecocar: vieja estafa pero nuevo formato

Ya hace tiempo que oí hablar de lo que llamaban economizadores de combustible. en esa ocasión se suponía que eran unos dispositivos magnéticos, si no recuerdo mal, que se colocaban en la manguera de entrada del carburador. El mecanismo consistía en que, según contaban, modificaba magnéticamente las propiedades del combustible, limpiándolo de campos electromagnéticos que hacían la combustión menos eficiente. En su momento se escribieron muchas líneas desmontando el fraude. Pero estas cosas vuelven.

Descubro por @silviaalcolado que existe el Ecocar, que también promete reducir el consumo de combustible de forma mágica.

¿Cómo dicen que funciona?

Según su web, el funcionamiento de Ecocar consiste en que "es un dispositivo compuesto de minerales que, al contacto con el combustible, actúa como inhibidor estático de los campos de influencia externa que afectan a fluidos, líquidos y gases combustibles".Además, Ecocar "mejora el proceso de combustión al disponer los electrones de manera que puedan mezclarse de forma óptima con el oxígeno. De esta forma consigue una combustión más eficiente del combustible" y "aumenta la potencia, las prestaciones y la vida útil de cualquier motor de combustión".

Por supuesto, Ecocar también "reduce de manera significativa las emisiones contaminantes de CO2 en todo tipo de vehículos, maquinaria y grupos electrógenos". No sólo eso, sino que "disminuye notablemente las partículas generadas por la combustión de los motores diesel, ayudando a controlar la contaminación en la atmósfera, consumiendo, a la vez, menos combustible y aumentando la eficiencia". Todo esto en el mismo cacharro es una ganga.

Por último, un detalle curioso, es que dice que no contiene productos químicos ni imanes. 


¿Tiene sentido?


Pues no. Para empezar, deberían explicar qué son esos campos de influencia externa; ¿son campos electromagnéticos? ¿o de qué tipo, de fuerza, de temperatura? Y deberían explicar a qué se refieren con eso de "influencia externa". Desde luego una jerga que no tiene el menor sentido, por muy pomposa que suene. Esto viene siendo común últimamente en los productos timo de este tipo. Se ponen a explicar que su invento elimina los efectos nocivos de los campos de influencia, sin explicar ni qué efectos nocivos son esos ni porqué ocurre, ni qué son esos campos misteriosos. Debe ser que la gente no se impresiona tanto cuando oye lo de campos electromagnéticos.

Respecto a la mayor disposición de los electrones para reaccionar con el oxígeno, nada menos, tampoco tiene ningún sentido. Veamos porqué. 

En una reacción química se intercambian electrones, cierto. Pero los electrones no necesitan estar dispuestos de ninguna manera más que en las capas electrónicas adecuadas, que es como están cuando entran en la cámara de combustión. No hay nada que les hagamos a los electrones que mejore su disposición reaccionar. 

Además, los electrones no es que "reaccionen con el oxígeno", en que los electrones del oxígeno se combinan con los electrones de los demás químicos presentes en la reacción. Así que eso ya me demuestra que los que venden el cacharro no tienen ni idea de química ni de física, por lo que difícilmente podrán venderme un cacharro que funcione. Y esto lo digo porque, aunque los vendedores no tienen que ser necesariamente los que han desarrollado el invento, no necesitarían inventarse nada de cómo funciona. sólo tendrían que preguntar a los que lo han inventado para que les expliquen qué poner en la web. Y nada de lo que pone tiene sentido.

Combustión del metano (CH4). Crédito: Gobierno de Canarias
 
Por otro lado, no se explica cómo consigue reducir el número de partículas contaminantes. Supongo que no tendrá que ver con los campos de influencia externos. Si tuviese que elegir entre los efectos que dicen que tiene Ecocar el más probable, creo que sería este ya que en la web explican que se instala en el manguito del combustible. ¡Pero no siempre! porque resulta que se instala en el manguito de retorno de combustible al depósito. No sé mucho de mecánica, pero entiendo que la gasolina que pasa por ahí va al depósito y no a la cámara de combustión, por lo que como filtro para evitar las partículas en los gases de la combustión, no parece muy inteligente colocarlo allí.


Por último, hablando de sus propiedades y beneficios, hay algo que me desconcierta. ¿Ahora también son peligrosos los imanes? Porque como remarcan que no contiene imanes de esa manera, interpreto que tener imanes en el aparato es malo. Además, si no contiene nada de eso, qué es en realidad ¿minerales? Si son minerales que no contienen productos químicos, entiendo que se refieren a que no está procesado. Entonces es una simple piedra la que produce este magnífico efecto, cosa que me parece tan inverosímil como que lo consiguiesen con imanes.

Me ha resultado curioso en la web, que ponen notas de prensa sobre los eventos en los que han participado, los que han subvencionado y las firmas con autoescuelas y demás. Sin embargo, para ser un producto tan beneficioso y de tecnología tan avanzada (porque si no, ya existirían miles de estos productos y los fabricantes de coches los incorporarían de serie), no pongan ningún enlace a publicaciones, premios o reconocimientos científicos ni hablen de las investigaciones que llevaron a cabo en maravillosos laboratorios. Y para rematar, entrando en la pestaña de Instituciones, hay un enlace que pone DGT. Reconozco que entré intrigado, pensando si la DGT había firmado algún convenio con esta empresa, cosa que no sería de extrañar en este país. Pero no, resulta que simplemente ponen un vídeo de la DGT sobre conducción económica e inteligente. Ni una mención a economizadores de combustible ni a Ecocar.

La conclusión que saco es que es otro producto milagro más, que se aprovecha de que la gente desconoce mucho sobre la ciencia y termina tragando con cualquier cosa.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Encuesta: ¿Para qué vale un físico?

Hace un tiempo enlacé una encuesta que había lanzado Emilio Otero en el grupo de LinkedIn "Físicos en la industria". Los resultados eran interesantes, pero el número de participantes era demasiado bajo como para poder sacar conclusiones. Aún a pesar de esto, se formó un debate en el grupo sobre cómo conseguir mayor difusión y mayor número de participantes para poder sacar alguna conclusión más certera, así que Emilio comenzó a contactar conmigo y con más bloggers y participantes para mejorar los resultados.

Tras un buen número de propuestas muy interesantes, se cogieron las ideas que parecían mejores y se ha creado una nueva encuesta que esperamos obtenga mejor número de participación. Así que aquí os dejo el enlace para que todo aquél físico que pase por aquí, haga la encuesta y la comparta, si quiere. La encuesta ha sido posible gracias a la gente de Beyond Physics, que la han diseñado en base a las ideas aportadas. Gracias por participar y dar difusión.

Encuesta: ¿A qué se dedica un físico?