(Entrada reciclada de la que escribí en el blog en el que trabajo, sobre la e2i)
Siempre que se habla de innovación, se tratan temas como tener una idea, conseguir financiación, valor añadido de los productos o procesos, y un largo etcétera. Sin embargo, se deja de lado un tema vital: renovación de conocimientos.
Si alguien tiene una idea innovadora, la pone en marcha y triunfa, no debería bastarle, no debería tumbarse a la sombra y vivir de las rentas. Será cuestión de tiempo, que alguien le saque bruscamente del sueño de triunfo. Esto vale tanto para el emprendedor con éxito, como para el trabajador por cuenta ajena en una empresa de innovación.
El conocimiento es algo difícil de evaluar en los propios trabajadores, incluso en uno mismo, pero es esencial para moverse en un ambiente en constante cambio, y con retos cada vez diferentes. Por eso, el conocimiento debería comenzar a ser un punto importante a evaluar, porque “dejar de aprender” cosas, tecnologías, estrategias, puede suponer que una empresa (o trabajador) se quede atrás en la competición por el mercado. La innovación se basa en saber qué es lo que existe, para después mejorarlo, cambiarlo u optimizarlo. Pero si un trabajador no conoce los últimos avances en algún área del saber relacionada con su trabajo, estará en inferioridad de condiciones que sus competidores a la hora de sacar un nuevo producto innovador.
Así, el emprendedor deberá estar al corriente de las novedades en su sector, estudiando nuevos temas si estos aparecen (nuevas plataformas informáticas o lenguajes de programación; nuevos modelos productivos; nuevas ideas de la competencia; lo que sea que competa a su negocio) con el fin de mantener su proyecto empresarial bien alto en la tabla del éxito. Por otra parte, debería preocuparse de que sus trabajadores también estén en formación continua, mejorando destrezas y conocimientos a todos los niveles que sean necesarios para sus trabajos. Con trabajadores que no han actualizado su formación desde que entraron en la empresa, una empresa tenderá a oxidarse y a no poder afrontar las demandas del mercado.
Recomendamos leer los pequeños artículos al respecto que se pueden encontrar en Emprendedores Zaragoza, concretamente éste, éste otro y éste también. Hablan, también, del conocimiento como algo que se debe gestionar en la empresa, y prestar más atención de la que han tenido hasta hoy.
Como último enlace, antes de publicar, os dejo esta página. Es motivador y paradigmático de lo que tiene que ser la innovación. ¿O no? ¿Qué pensáis?
2 comentarios:
Ey ey!! q pasa G:
bueno, respondiendo a las preguntitas que planteas sobre el ultimo enlace que colocas al final de esta entrada, pienso que puede ser ciertamente motivador, pero no lo encuentro paradigmático, más aún, creo que se aturulla con argumentos contradictorios y que su conclusión es la apuesta por la razón, aunque en el párrafo anterior diga justo lo contrario.
Personalmente pienso que la innovación es un poco de cada: pensamiento y después acción.
Todos sabemos que la información es poder; ¿de qué sirve lanzarse a la piscina sin saber si hay agua? Te lo digo yo: sirve para abrirse la cabeza.
Desde luego que hay que ser resolutivo, pero esto no tiene que ser en detrimento de la reflexión y evaluación de los riesgos para convertirlos en "riesgos controlados". Al fin y al cabo los estudios de mercado sirven para esto: lanzarse a la piscina sabiendo más o menos qué cantidad de agua hay.
Por este camino, Sun Tsu, en el Arte de la guerra (alegoría que en realidad sirve como guía para todos los aspectos de la vida, y digo todos, aunque -y aquí radica su perfección- grandes conquistadores como Napoleón lo estudiaron para su uso en batalla) dice que el general que tiene en cuenta todos los factores que influyen en la batalla tiene ventaja en la misma; y con la ventaja a favor, se tienen más probabilidades de éxito en cualquier empresa (en el sentido más amplio de la palabra).
Desde luego, en este mercado (y no mundo) en el que nos encontramos hoy, la iniciativa es un valor añadido, pero como rezaba aquel eslogan de Pirelli: La potencia sin control no sirve de nada.
Sí, pero lo que yo entiendo es que no puedes pretender tenerlo todo atado antes de comenzar una empresa (empresa con el significado de aventura, aunque sea económica), porque hay factores que sólo podrás evaluarlos cuando estés en marcha. Y ahí es donde creo que la gente se atasca: intentan tener control incluso sobre lo que no se puede tener control. Ahí es cuando hay que tener más iniciativa.
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