A lo largo de la carrera, según uno va estudiando las matemáticas y las diversas teorías físicas, empieza a despertarse una sensación casi imposible de transmitir a la gente que no estudia ciencias puras. Esta sensación es la de comenzar a apreciar la belleza de las demostraciones matemáticas, la simplicidad elegante de una teoría que consigue encajar de una vez muchos fenómenos aparentemente distintos. No en vano, llega un momento que, cuando uno está intentando resolver un ejercicio, tiene la "certeza" de que va por el buen camino por el simple hecho de que "todo parece encajar" de una manera elegante, hasta el punto de quedarse completamente satisfecho sabiendo que está bien resuelto.
Sin embargo, transmitir esa sensación a quién no sabe matemáticas avanzadas es una tarea casi imposible. en realidad, yo pensaba que era imposible hasta que vi el vídeo que ha motivado esta entrada. En él, el profesor Gell-Mann (mi científico "poco conocido para el público" favorito) explica cómo se han ido unificando ciertas teorías físicas (el electromagnetismo, por ejemplo, unificado por James Clerk Maxwell mediante sus famosas ecuaciones) y cómo los físicos han estado convencidos de que eran correctas por su simplicidad y belleza. Belleza en términos matemáticos: la simetría que tienen, la forma compacta de las mismas, etc. Creo que de cierta forma puede conseguir que los "no matemáticos" intuyan al menos lo que significa belleza. Pone algunas ecuaciones (que no hay que entender siquiera) y está en inglés. Pero se le entiende razonablemente bien y merece la pena el esfuerzo.
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